martes, 16 de diciembre de 2014

La Semana Santa de Zamora logra el BIC y avanza a Patrimonio de la Humanidad


Una decena de informes, en los que se cuidó hasta los más mínimos detalles de la encuadernación, han sido los artífices de que el camino emprendido hace un año para lograr la declaración de la Semana Santa de Zamora como Bien de Interés Cultural (BIC) vaya a culminar con éxito. De momento ya se ha dado el paso más difícil, conseguir la rúbrica del director general de Patrimonio en el documento de incoación del expediente, que tendrá se someterse a los informes externos y al periodo de alegaciones antes de que, en un plazo de dos meses, y en todo caso antes de la próxima Semana Santa se declare oficialmente bic de carácter inmaterial la "Pasión zamorana: ritos, esencia y territorio".
 
El presidente de la Junta de Cofradías, Antonio Martín Alén se deshacía en agradecimientos a la sensibilidad de la consejera de Cultura, Alicia García, y los técnicos de su departamento, y a toda la sociedad zamorana, representada en sus instituciones, que han apoyado un logro sin precedentes, que una semana santa sea declarada BIC. Hasta ahora sólo Bercianos tenía ese privilegio, pero para el Jueves y el Viernes Santos.
 
La extensa y bien documentada propuesta ha tenido sus pilares en los distintos aspectos de liturgia, desarrollado por el delegado diocesano Narciso Lorenzo, los espacios (el Museo, del investigador Rafael Ángel García Lozano), la gastronomía por Antonio González (cocinero), la música (Gregorio Méndez Pozo), la fe de un pueblo (Javier Fresno), la historia (Florián Ferrero, exdirector del Archivo), las mesas (escultor Ricardo Flecha), la iconografía (delegado diocesano de Patrimonio y Cultura José Ángel Rivera de las Heras) o las cuestiones antopológicas (Javier Fresno), literatura (el catedrático Fernando Primo) y una recopilación de imágenes antiguas (fotografías, nodo, etc.). Estas imágenes demuestran que en los últimos cien años la esencia de la Semana Santa de Zamora es prácticamente la misma.
 
Cultura explicó que en la Pasión zamorana, "el valor de las vivencias comunitarias transmitidas de padres a hijos, como un patrimonio vivo y en auge revivido constantemente por la comunidad, se conjugan a lo largo de la historia en un marco urbano de alto interés patrimonial, que ha pervivido y evolucionado como escenario de esta expresión cultural hasta nuestros días". En este sentido "la Semana Santa de Zamora, se configura como un sistema de alto valor patrimonial, representativo de una comunidad que infunde a esta expresión cultural un sentimiento de identidad y continuidad, transmitido de generación en generación. Es significativo este aspecto social que se manifiesta en la participación de más del 50% de la población zamorana en las cofradías".
 
La Pasión zamorana, "entendida como un sistema de alto valor patrimonial caracterizado por la interdependencia de valores tangibles e intangibles, abarca una serie de manifestaciones y rituales religiosos y festivos que constituyen el espíritu y la esencia de este hecho cultural, objeto de la presente declaración".
 
Atendiendo a su carácter inmaterial o intangible, se define como objeto de la declaración "el conjunto de atributos que constituyen la esencia y espíritu de la Pasión zamorana, que garantizan su pervivencia y el papel activo de la sociedad y constituyen un referente identitario de la población que lo ha impulsado".
 
Respetando "los procesos de cambio que, como patrimonio vivo y sin pervertir su esencia, decida la comunidad depositaria de esta tradición y auténtica protagonista de esta manifestación cultural, la administración competente en materia de patrimonio velará por su normal desarrollo, tutelando la pervivencia y salvaguarda de los valores que han determinado su declaración como bien de interés cultural".
 
Los beneficios de la declaración como BIC son evidentes, ya que la Semana Santa de Zamora tendrá un marchamo distintivo mucho más prestigioso que el ciertamente devaluado "de interés turístico internacional" y servirá de punto de apoyo fundamental para luchar por otras metas, como el nuevo Museo o la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Entre los posibles inconvenientes, que cualquier cambio importante que se introduzca en la Semana Santa tendrá que estar supervisado por la Consejería de Cultura, aunque se espera que este aspecto no suponga ningún corsé.
 
Antes de Semana Santa técnicos de la Junta ofrecerán en Zamora charlas sobre el significado de la declaración BIC y la Junta de Cofradías ya ha encargado un vídeo para promocionar esta figura que será exhibido en todas las ciudades donde se pregone la Pasión zamorana este año, y también en Intur.
 
Fuente: La Opinión de Zamora

martes, 11 de noviembre de 2014

Y se hizo la luz artificial en la joya visigótica de san Pedro de la Nave

Cuando la débil luz del sol de invierno se apague por la tarde, será posible seguir contemplando los bellos capiteles historiados de Daniel en el foso de los leones y El sacrificio de Isaac tallados en las piedras del interior de la iglesia de San Pedro de la Nave. Con casi catorce siglos de historia en los que solo la ha iluminado el sol, esta cumbre del arte visigótico español, situada en la localidad zamorana de El Campillo, estrena instalación eléctrica con 13 luminarias de luz led unidas al suelo y que se asemejan a cirios. Estas lámparas se han disimulado detrás de las columnas, en las naves laterales y el altar y recrean el recogimiento con que fue erigida esta obra en torno al 673.
 
"La nueva iluminación alumbra, con solo 91 vatios, zonas estratégicas del templo de forma tamizada y cálida", señala en una de las naves laterales el arquitecto Jesús Castillo, de la Fundación Santa María la Real, entidad que promueve la recuperación del patrimonio artístico y ha acometido las obras. Además, los cristales de las ventanas se han sustituido por láminas de alabastro que irradian la luz misteriosa y difusa que había en la antigüedad. "Entonces, se colocaban finas pieles de animal para dejar pasar la claridad pero no la lluvia", añade antes de explicar que "en algún momento hubo instalación eléctrica, pero se retiró rápidamente porque rompía el ambiente intimista, no quedaba bien". 
 
La intervención en este monumento nacional desde 1912 ha incluido la construcción a unos metros de un centro para informar a los turistas, que en breve pagarán un euro por persona para el  mantenimiento del templo. Este nuevo espacio está soterrado "porque se ha querido que no rivalice con la iglesia", dice Castillo. El centro de interpretación acabará con la imagen del vecino abrigado dentro de la iglesia, encargado de abrirla a los visitantes. Desde finales de noviembre, con la inauguración, esa persona estará en el punto de información, ayudado por paneles y folletos.
"En San Pedro de la Nave nos encontramos con bastantes problemas de humedad, provenientes sobre todo del suelo porque había un encintado de losas de hormigón y piedra enterrado alrededor de la iglesia, lo que impedía la evaporación. Esto se realizó en una rehabilitación de 1976 para paliar un problema que al final incrementó". Además, cuando llovía, la iglesia era como un embudo. "Ahora hay un nuevo drenaje bajo el terreno que recoge y desvía el agua".
 
Las humedades también se notaban en el techo: "Las vacas podían pastar en el tejado, había una cuarta de hierba", cuenta Braulio Prieto Macías, alcalde de El Campillo, pueblo a 20 kilómetros de Zamora y en el que viven unas 40 personas. "En las cubiertas se generaba condensación, así que se han hecho unas nuevas, ventiladas, que dejan circular el aire", agrega Castillo. En el interior se han instalado ocho sensores para vigilar la temperatura y la humedad.
 
La Junta de Castilla y León ha pagado dos tercios de los 600.000 euros que ha costado este proyecto, el resto lo ha aportado la Fundación Iberdrola, mientras que la Fundación Santa María la Real ha puesto la tecnología para remozar un monumento conocido fuera de España, como bien sabe su párroco, Luis Santamaría. "Vienen de otros países, por ejemplo EE UU, para celebrar misas y peregrinaciones, y en dos ocasiones han acudido parroquias de Rusia. Para ellos es especial porque es un templo anterior a la separación entre ortodoxos y el resto de católicos".
 
Es fácil imaginar que esta iglesia que ahora ve la luz ha vivido de todo. Castillo rememora que se levantó gracias a un noble, pero la construcción se paró por unos litigios de este con el rey visigodo Wamba, que llevó la corona entre 672 y 680. Fueron los herederos de aquel personaje ilustre quienes reanudaron los trabajos trayendo maestros de Toledo. "Por eso se aprecian dos estilos y hay influencia bizantina", apunta Castillo. Aunque en el siglo X se vino abajo, quizás el momento más delicado llegó a mediados de los años veinte del pasado siglo, cuando la entonces compañía Saltos del Duero proyectó una presa en el río Esla. Era necesario anegar varios pequeños pueblos, entre ellos San Pedro de la Nave, donde estaba el templo. Tras un intenso debate entre políticos e ingenieros sobre qué hacer con la iglesia, el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes obligó a la hidroeléctrica, mediante un real decreto en 1926, a costear el traslado piedra a piedra del monumento a su nuevo hogar, aún por decidir.
 
El Archivo Histórico de Iberdrola —sucesora de Saltos del Duero— atesora en su sede de Muelas del Pan (Zamora) un entretenidísimo informe titulado Edificios urbanos que se inundan, del 1 de marzo de 1930 —meses antes del traslado—, escrito por Vicente Machimbarrena, ingeniero de Caminos de la compañía. "Machimbarrena cuenta que entre las diversas opciones se pensó incluso en transportar la iglesia en una balsa gigantesca por el río hasta su definitiva ubicación. Llegaron a calcular el peso del edificio, unas 300 toneladas", explica la directora del archivo, Yolanda Diego Martín. Al final, el empeño del director general de Bellas Artes, Manuel Gómez Moreno, y el buen hacer del arquitecto del Tesoro Artístico Nacional, Alejandro Ferrant, consiguieron trasplantar la iglesia sana y salva un par de kilómetros, hasta El Campillo.
 
Cae la noche y un pequeño mando a distancia apaga las nuevas luminarias. Mañana da igual que luzca el sol o pintee con un cielo oscuro. La luz artificial permitirá disfrutar del ornamento interior: cruces, flores, círculos, aves que picotean racimos, un calendario... Y hasta un alquerque —un juego parecido a las tres en raya— que grabaron en la piedra los artistas de San Pedro de la Nave.
 
Un traslado piedra a piedra en carros
 
El reto de trasladar en 1930 piedra a piedra San Pedro de la Nave por la construcción de una presa suscitó polémica debido a las dudas de que se llegase a buen puerto. Testimonio de aquella hazaña son las cartas que se cruzaron el director general de Bellas Artes, Manuel Gómez Moreno, defensor de que el templo no acabara bajo las aguas del embalse, y el ingeniero jefe de obras de Saltos del Duero, Ricardo Rubio. "Le agradecería que diese órdenes para que unos obreros hagan zanjas a todo el rededor de la iglesia […] hasta descubrir el cimiento del edificio", le pide Gómez el 31 de julio de 1930. El 13 de agosto Rubio le dice: "De medios de transporte no hemos decidido nada hasta conocer la nueva ubicación […]. Es fácil ponerlo en condiciones de buen tránsito para carros, los cuales convenientemente almohadillados quedarán en condiciones de transportar los materiales sin que reciban daño". El 27 de ese mes, Rubio escribe que "el edificio está en condiciones de que se comience a desmontar".
 
Sin embargo, las obras se retrasan, a tenor de una carta manuscrita de Gómez de principios de octubre: "Estoy muy disgustado […] apenas se adelanta, las órdenes no se cursan ni las promesas se cumplen. Estamos en otoño y puede de un día a otro hacerse imposible la permanencia allí. Entonces habría que dejarlo para el verano siguiente". Las quejas surten efecto y a finales de mes Rubio le informa: "Se ha desmontado una tercera parte del edificio […] puede confiarse en que la obra estará terminada antes de finalizar el verano próximo".

Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2014/11/06/actualidad/1415301285_295494.html

viernes, 24 de octubre de 2014

Zamora Románica se reanuda en la provincia con 120.000 euros

La partida inicial de 120.000 euros para la segunda fase del plan Zamora Románica es una de las escasas novedades de los presupuestos de la Junta de Castilla y León en el apartado de restauración de bienes. Esta nueva entrega tendrá carácter provincial y su desarrollo dependerá de la negociación que en breve mantendrá la Administración regional con la Diputación, que pretenden proyectar en los templos rurales el exitoso desarrollo de la iniciativa que ha mejorado el patrimonio de la capital tras cinco años de obras.
 
La procuradora popular Isabel Alonso ha aclarado que el montante reservado -esos 120.000 euros- es solamente una cantidad inicial para poner en marcha el nuevo proyecto. Se desconocen, por tanto, los detalles de una iniciativa buscada por la Diputación, interesada en extender la fórmula Zamora Románica a la provincia. Meses atrás, el presidente de la Diputación, Fernando Martínez Maíllo, avanzó que la institución esperaba poder restaurar más de una decena de bienes románicos en distintos puntos de Zamora.
 
Fuente: La Opinión de Zamora

domingo, 24 de agosto de 2014

San Leonardo, la memoria recuperada

Asociar la iglesia de San Leonardo a su uso como almacén de carbón en el siglo XX se había convertido en un tópico de consumo frecuente hasta que aparecieron los documentos que explican, al detalle, cómo el Obispado se deshizo de un templo por el que tenía poco aprecio, condenado ya a la ruina. El mes de febrero de 1913 fue fatídico para el edificio y fecha clave para entender su situación actual: clausurado y convertido en un local que pretende mezclar hostelería y cultura, pero cuya apertura es hoy una incógnita. El 22 de febrero de hace un siglo y un año, el Episcopado zamorano obtuvo el permiso oportuno para deshacerse de San Leonardo. A continuación, la "memoria recuperada" de aquella operación y de cómo una de sus esculturas más preciadas, el León, es hoy la pieza románica más importante de The Cloisters, la división del Metropolitan de Nueva York consagrada al arte medieval español.
 
La crónica del "patito feo" del románico zamorano arranca a principios de la pasada centuria. Fernando Martínez López, un anticuario de Medina de Rioseco casado con la zamorana Teresa Hernández, de Fuentelapeña, se instala en la capital. En aquella época, eran frecuentes sus visitas a la Catedral para interesarse por las arquetas árabes que custodiaba el Cabildo, bajo la atenta mirada del historiador Manuel Gómez Moreno. El autor del primer catálogo del patrimonio zamorano no podría evitar, sin embargo, que la más preciada, el Bote de Zamora, sucumbiera al arte del expolio, aunque, por fortuna, acabara en el Museo Arqueológico Nacional, donde hoy es una de las piezas principales. Hay quienes defienden que aquellas operaciones comerciales fueron legales, pero ¿resulta moral pagar una cantidad residual por un objeto a sabiendas que su valor es inmenso? Para reflexionar.
 
El caso es que Fernando Martínez tenía entre sus operaciones comerciales la intención de hacerse con las esculturas de San Leonardo. A saber: los tres relieves de la portada -el León, la Leona y una Virgen románica- y, posiblemente, la mesa de altar también hoy desaparecida.
 
El Obispado se cerró en banda: no quería desprenderse de las joyas de un templo condenado a la ruina. La jugada maestra de Martínez López dio un vuelco a la situación: compraría la iglesia completa. Ante aquella oferta, el Obispado no lo pensó: el 15 de febrero de 1913 envió una carta a la Nunciatura Apostólica de Madrid para obtener el permiso oportuno y desprenderse del bien románico. En aquella misiva, los redactores esgrimían el estado ruinoso de la iglesia para motivar la enajenación. La iglesia de San Leonardo "hace ya tiempo cerrada al culto por ruinosa, la cual muy pronto se derrumbará por la acción del tiempo, convirtiéndose en un montón de escombros".
 
El expoliador Erik "el Belga", de infausto recuerdo para los toresanos, suele justificar que buena parte de las piezas extraídas de sus templos suelen acabar en los museos y que, por lo tanto, esta labor merece incluso el halago. Caso parecido podría pensarse de Fernando Martínez, que convirtió aquellos inminentes escombros en una de las principales piezas de The Cloisters.
 
Solo siete días más tarde, Alejandro Solari, encargado de Negocios de la Santa Sede, firmaba la respuesta deseada por el Obispado. "Otorgamos las necesarias y oportunas facultades al mismo Obispado para que "servatis servandis" y una vez cumplidas las disposiciones vigentes (?) puede proceder a la enajenación del solar y materiales del templo titulado de San Leonardo en la capital de su diócesis". Eso sí, los réditos obtenidos debían emplearse en "remediar necesidades en iglesias pobres de su Obispado". Las "pobres" iglesias de la diócesis se convertían en moneda de cambio para desprenderse de las joyas fabricadas con las manos por los maestros medievales. De esta manera, Fernando Martínez López ya tenía lo que quería: la iglesia al completo.
 
Fuente: La Opinión de Zamora

domingo, 27 de julio de 2014

Un Greco ´tirado´ en Zamora

La relación de Domenikos Theotokópuli con Zamora es tan breve como enigmática. A la pintura sin paradero conocido que el historiador Juan Bautista Muñoz identificó en el siglo XVIII en el Convento de San Francisco -hoy Fundación Hispanolusa- se suma la rocambolesca historia de "El tránsito de santa María Magdalena", una obra que estuvo a punto de ser destruida en tierras zamoranas hace ahora tres décadas y que hoy forma parte de las exposiciones que conmemoran en Toledo el cuarto centenario del fallecimiento del genio de Creta.
 
Aquella esmerada pintura podría haber salido del pincel del autor de El entierro del Conde de Orgaz. No fue él, sin embargo, sino su hijo quien sumó una creación más a la llamada Escuela del Greco. En vida del artista griego (entre 1607 y 1609), Jorge Manuel se inspiró en algunos modelos que su padre había inmortalizado en cuadros como Visión del Apocalipsis, Inmaculada Oballe o El bautismo de Cristo para crear el "tránsito" de María Magdalena. El destino: el retablo de la parroquia de esta misma advocación en el municipio madrileño de Titulcia, que entonces se denominaba Bayona de Tajuña y no pertenecía a la comunidad de Madrid, sino a la provincia de Segovia. De aquello hace algo más de cuatro siglos.
 
El infortunio pudo haber acabado con aquel Greco. Todavía hoy se desconoce el día exacto que fue robada la pintura la semana del 28 de octubre al 4 de noviembre del año 1984 junto a una obra de menor valía. La parroquia de Titulcia carecía de sistema de alarma alguno, lo que facilitó su desaparición.
 
El párroco, Luis Manuel Moral, no vivía en Titulcia, sino en Madrid, donde daba clases. Al ofrecer una misa se dio cuenta de la ausencia de aquella excepcional pintura, que presentaba a una María Magdalena desnuda ascendiendo a los cielos. Además, se trataba de la única pieza original que aún permanecía en el retablo de la parroquia, dado que los otros cinco habían ido desapareciendo para formar parte de alguna ignota colección particular. Solo se salvó -junto al Tránsito de María Magdalena- la escena Noli me tangere, que fue rescatado de manos privadas en Londres para ser expuesto en el museo Lázaro Galdeano de Madrid.
 
Nueve días después de desaparecer, las dos pinturas, enrolladas y en un estado deplorable, aparecieron abandonados en una zona de obras en las proximidades de Benavente. ¿Por qué se arrepintieron los ladrones?
 
Mucho tuvo que ver la policía, que montó en la provincia un importante despliegue policial el mismo día que aparecieron los cuadros. Es de suponer que los cacos cedieron a la presión y prefirieron deshacerse de un botín que ya les quemaba entre las manos.
 
En efecto, la policía halló los lienzos en un triste estado, mojados y muy deteriorados. Sin perder un minuto, fueron entregados al alcalde de la localidad de Titulcia, Delfín Corral, quien los depositó en la casa cuartel de la Guardia Civil de Ciempozuelos, donde permanecieron hasta un año más tarde, 1985.
 
Sin medidas de protección permanecieron en una mesa durante ese tránsito hasta que el diputado del Grupo Popular de la Asamblea de Madrid, Juan Antonio Cánovas del Castillo presentó una propuesta para que fuera que el Greco perdido en tierras benaventanas fuera enviado al Instituto de Obras de Arte, órgano de la Dirección General de Bellas Artes, donde finalmente fue restaurado.
 
Los técnicos de Bellas Artes destacaron los "graves daños" sufridos por el último lienzo del retablo de Titulcia. Efectivamente, enrollado, tirado y mojado, el cuadro que el antiguo municipio segoviano encargó a Jorge Manuel Theotokópuli distaba de haber permanecido en la sala de un museo.
 
Aquella María Magdalena en tránsito hacia los cielos pudo sufrir el mismo destino que las miles de piezas de arte expoliadas a lo largo del siglo XX, aunque el paso atrás de los ladrones permite ahora disfrutar de la obra del taller del Greco en plenitud en el Museo del Greco, donde permanece durante dos meses, para volver al sitio que jamás debió abandonar.
 
Fuente: La Opinión de Zamora

sábado, 17 de mayo de 2014

Zamora, en el mapa de la arqueología

El Congreso de Fortificaciones del Hierro, clausurado "con éxito" pese al "olvido" de las instituciones públicas, permite crear alianzas con investigadores portugueses y franceses
 
Finalmente fueron 170 los investigadores de España, Portugal, Italia y Francia los que se han dado cita durante tres jornadas para dar contenido al Congreso de Fortificaciones en la Edad del Hierro, que ayer celebraba su jornada de clausura con "los objetivos cumplidos".
 
Los organizadores del encuentro -celebrado en el Colegio Universitario y en el Museo de Zamora- subrayan como lo más importante el intercambio de conocimiento sobre los trabajos que se están haciendo en distintos países europeos, la presentación de nuevas investigaciones y la posibilida de "alcanzar colaboraciones con otros arqueólogos", señala José Carlos Sastre, responsable de la asociación Zamora Protohistórica. Sobre este último punto, Sastre asume que "es bastante factible establecer alianzas porque siempre estamos en colaboración y tenemos la obligación de saber lo que hacen los demás para poder mejorar".
 
En este sentido, los organizadores subrayan la importante presencia de investigadores portugueses y franceses "con quienes hemos establecido algunas líneas de contacto", afirma José Carlos Sastre. Todos han mantenido un estimable nivel en las presentaciones que arrancaron el pasado miércoles, aunque Zamora Protohistórica destaca la sesión monográfica sobre la provincia que tuvo lugar el jueves por la tarde en el Museo de Zamora con "una sala abarrotada que mantuvo la presencia de más de ochenta personas durante toda la tarde", añaden. Aunque Zamora Protohistórica prefiere poner el foco en la "línea general" de las comunicaciones, el colectivo destaca la presencia de importantes investigadores de otros países, además del grupo que ha hablado de las excavaciones en Aragón o de yacimientos de primer nivel procedentes de Lleida, Jaén o Granada.
 
Una participación que consolida las iniciativas de la asociación zamorana, que ya piensa en el próximo mes de noviembre. Será entonces cuando celebre las IV Jornadas de Jóvenes Investigadores del Valle del Duero, que tendrán lugar en Segovia con la colaboración de la asociación de Amigos del Museo de Segovia.
 
Asimismo, la experiencia ha servido para presentar una nueva publicación editada por la casa especializada Glyphos, que contiene los 35 trabajos presentados en la segunda edición de esas mismas jornadas que tuvieron lugar en León con aportaciones sobre la arqueología y las nuevas tecnologías. Tanto este volumen (Del Neolítico a la Antigüedad Tardía) como el resto de trabajos editoriales se pueden adquirir en la página web del colectivo como en la librería Semuret.
 
Campaña en El Castillón
 
El éxito y la repercusión de las diferentes jornadas llevadas a cabo "ayudan" a la asociación a cumplir "nuevos objetivos". El más inminente se centra en una nueva campaña de excavaciones en el yacimiento de El Castillón (Santa Eulalia de Tábara), para el que intentan recabar distintos recursos que hagan posible el trabajo.
 
Precisamente, aquí radica una de las asignaturas pendientes de estas iniciativas, el apoyo institucional. "En estas jornadas, el apoyo de las instituciones públicas ha sido inexistente, por lo que resulta especialmente satisfactorio que la iniciativa haya salido adelante", explica José Carlos Sastre. El responsable de Zamora Protohistórica llama a las administraciones a "reflexionar" sobre encuentros como el de esta semana, "en el que han participado hasta 170 personas de diferentes países". Pese a ese "olvido", estas iniciativas colocan a Zamora en el mapa de la arqueología.

domingo, 16 de marzo de 2014

Marta Poza profundiza en la venta a EE UU de un relieve de Santa Marta de Tera

El singular templo románico de Santa Marta de Tera centró ayer la cuarta jornada teórica del curso «Arte en Zamora» que organiza la UNED en el Colegio Universitaria. La medievalista soriana Marta Poza Yagüe rescató los detalles de la venta de un relieve del templo en los años veinte, una «maiestas» de grandes dimensiones que ella misma halló en 1998 en la documentación del Museo de Arte de Rhode Island, en el estado norteamericano de Providence.

La profesora de la Universidad Complutense de Madrid situó la operación en el contexto del primer cuarto de siglo, una época «en la que los grandes magnates americanos adquirieron multitud de piezas artísticas en nuestro país hasta que se produjo el crack económico de 1929».

En su intervención, Poza Yagüe dejó constancia de los misterios que la iglesia de Santa Marta de Tera transmite desde que fue edificada hace ahora ocho siglos. La medievalista desgranó los detalles de la construcción del templo, así como sus detalles constructivos, capiteles o la propia «maiestas domini», la pieza que «más dudas suscita».

Por su parte, el organizador del curso, José Luis Hernando, habló en su charla «Santos barqueros y psicopompos medievales» de diversos aspectos relativos a las peregrinaciones. En concreto, citó el relieve de la propia Santa Marta de Tera, al que describe como «el testimonio iconográfico más emblemático y antiguo relacionado con las peregrinaciones jacobeas procedente del terruño zamorano». Hernando también habló de otros relieves relacionados con los caminantes como los relativos a san Cristóbal o san Julián hospitalario.
 
Fuente: La Opinión de Zamora

domingo, 9 de marzo de 2014

La Semana Santa de Bercianos recibirá la declaración BIC «en próximos días»

Las representaciones de Jueves y Viernes Santo de la Semana Santa de Bercianos de Aliste recibirán la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) «en próximos días». Así lo anunció ayer en Valladolid la consejera de Cultura y Turismo, Alicia García, quien aseguró que esta catalogación pretende ser «un reconocimiento social y un agradecimiento a los vecinos de Aliste, tanto a las generaciones pasadas, como a las actuales y también a las futuras, que van a saber entender lo que sus vecinos le han dejado». Unas palabras que pronunció durante la inauguración de la exposición «Bercianos, la pasión de un pueblo», una muestra que permite contemplar por primera vez los iconos más representativos de las procesiones de esta localidad una vez concluido su proceso de restauración.

Entre estos elementos se encuentra el Santo Cristo, su urna, el «Cristo pequeño» o las bulas papales de los siglos XVI y XVII, que han sido recuperados en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Junta de Castilla y León.

También es la primera vez que este conjunto de elementos iconográficos se exhiben fuera de su localidad alistana de origen, según resaltó la consejera de Cultura. Sobre la peculiaridad de la Semana Santa de Bercianos, García destacó que «podría considerarse una obra de arte en su conjunto al combinar lo tangible y lo intangible, como los ritos, las costumbres y la indumentaria». Una Semana Santa, que según agregó, «ha consolidado y mantenido todos esos elementos y el arte sacro gracias a los vecinos de Aliste, a las generaciones presentes, pero sobre todo las pasadas, que han sabido trasladar desde su inicio el mantenimiento, conservación y respeto a su Semana Santa de padres a hijos y de generación en generación».

Para el alcalde de Bercianos de Aliste y presidente de la Cofradía, del Santo Entierro, el de ayer era «uno de los días más importantes y un motivo de alegría para el pueblo y para la cofradía porque podemos ver como las piezas con las que procesionamos han sido restauradas y tienen un esplendor semejante a cuando fueron hechas». Respecto a los resultados de la exposición aseguró que es «espectacular» y pidió ayuda a la Junta para garantizar el mantenimiento de los bienes restaurados. La muestra se puede visitar en la iglesia del Monasterio de Prado, en Valladolid, hasta el 6 de abril, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas, de martes a domingo.
 
Fuente: La Opinión de Zamora

jueves, 30 de enero de 2014

Algunas notas sobre Santa María del Azogue de Benavente

El inicio de su construcción tuvo lugar en el reinado de Fernando II, pero tras un parón volvieron a reanudarse las obras, ya en estilo gótico, en el reinado de Sancho IV, finalizándose las mismas en el primer tercio del siglo XVI. La primera etapa constructiva corresponde a los proporcionados cinco ábsides escalonados con tramos presbiteriales rectos, monumental crucero con dos portadas y perímetro exterior a escasa altura, levantado todo a partir de 1180; un siglo después, en época de Sancho IV, se continuó la fábrica sustituyendo la primitiva pizarra silícea por una toba caliza muy basta; entonces se concluyó el crucero y algunos pilares de las naves; finalmente la tercera y última etapa constructiva con la que se acabó de configurar el edificio tuvo lugar en el siglo XVI; en 1735 se reformó la portada occidental por Valentín Antonio de Mazarrasa bajo proyecto de Francisco Ladrón de Guevara.

 
Es por tanto normal que su interior alterne distintos tipos de cubiertas; los ábsides se techan con las consabidas bóvedas de horno; los tramos presbiteriales alternan bóvedas de cañón los extremos y de ojivas muy capialzadas los tres centrales; las cubiertas del crucero, cien años más modernas, se resolvieron con cañón apuntado en los tramos extremos y con ojivas los otros cuatro; las naves voltean complicadas bóvedas de crucería, pero con adornos renacentistas, volteadas ya a comienzos del siglo XVI; algo más tardía es la construcción de la sacristía, techada con bóveda de cañón y adosada a la nave del evangelio. Similar variedad se produce asimismo en el tipo de apoyos: pilares cruciformes con columnas adosadas en la parte primitiva, algunas adornadas con líneas en zig-zag y bolas, labores que también aparecen en algún arco; son ochavadas las de los últimos tramos de las naves. Los capiteles interiores no interesan mucho, pues se solucionaron con tan sólo motivos vegetales.
 
Al exterior los ábsides rematan con aleros con arquillos -algunos treboladossostenidos por modillones, adornados unos con cabezas de hombres y animales y otros con flores o con rollos. El central queda dividido en tres paños por esbeltas semicolumnas con capiteles vegetales, que enmarcan las tres ventanas allí abiertas, resueltas con arcos semicirculares, de muy escasa luz, sobre columnas pareadas también con capiteles de hojas; los huecos de los absidiolos son similares, si bien con una sola columna por jamba. Los cinco semicírculos quedan ceñidos por molduras. Los vanos del crucero son ya apuntados, pero sin ningún primor.
 
Adosada al costado de la epístola del brazo del crucero está la capilla del Cristo Marino, que se levantaría poco después de haberse proyectado el conjunto.
 
Haciendo abstracción de la portada occidental, interesan por supuesto las abiertas en los hastiales sur y norte, que todavía conservan restos de su policromía. La última tiene tres arquivoltas más una de orlas de flores que descargan sobre tres pares de columnas y jambas, adornadas éstas con los leones y los capiteles de aquéllas con elementos vegetales, aves y dragones. Sobre ella se erigió la torre, rematada también con arquillos trebolados; se la dotó de ventanas apuntadas creciendo en luz y número a medida que se asciende. En cuanto a calidad artística destaca la portada meridional del crucero también con tres arquivoltas decoradas con lóbulos, flores y figuras, como el rostro de Cristo, símbolos de los evangelistas, mujer desnuda, etc.; añade tímpano con cordero místico entre cuatro ángeles turiferarios; las seis columnas -tres por lado rematan con capiteles vegetales. Resulta deudora en detalles concretos de la Colegiata de San Isidoro de León. La portada del primer tramo de la nave de la epístola es más sencilla que las descritas; tiene cinco arcos semicirculares y un tímpano, decorado éste con un árbol.
 
Además de la escultura registrada, es preciso llamar la atención sobre dos imágenes que efigian la Anunciación, muy similares a otras conservadas en Zamora y La Hiniesta y como ellas obras de calidad de finales del siglo XIII.